Cuenta la historia de Campohermoso que, en 1537, 30 expedicionarios −comandados por el capitán Juan de San Martín− buscaban un camino que los condujera a los Llanos Orientales. En medio de su búsqueda llegaron a un territorio que era dominado por los indígenas teguas, que se diferenciaban de los muiscas en su lengua y forma de vestir. De esa travesía, los cronistas españoles dejaron diversos relatos como el de la “Cardeñosa de Lenguapá”, según ellos la indígena más hermosa que habían visto en este territorio. De ahí que a Campohermoso se le conozca como el hogar de los teguas, una familia aborigen conocida por su habilidad para aplicar hierbas medicinales. Se dice que de esta tradición ancestral surgió la palabra tegua o tegüismo para señalar a quien práctica la medicina de manera empírica. En 1556, los curas dominicanos comenzaron la evangelización, pero sólo hasta 1780 se levantó la primera parroquia, la del señor de San Roque y de Nuestra Señora de los Dolores de Teguas.
La mayor parte del territorio de Campohermoso es montañoso y está ubicado en la cordillera Oriental; allí se destaca la serranía de Buenavista y su río principal es el Lenguapá, escenario propicio para los que practican rafting. Las condiciones físicas y climáticas son propicias para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, siendo los productos más representativos la yuca, el frijol, el maíz, el tomate y los cítricos.
El Mirador del Llano es un lugar muy concurrido por lugareños y visitantes, ya que desde allí se pueden divisar las principales planicies del Casanare. También se puede visitar la laguna del Encanto y la cascada La Chorrosa, una caída de agua en medio de rocas afiladas que le imprimen al escenario un aire mítico. Campohermoso es, como lo expresan con orgullo sus habitantes, un “pueblo con alma llanera y corazón boyacense”. Por eso es común notar la afinidad con las costumbres del llano; por ejemplo, festividades locales amenizadas por aires musicales y gastronomía de esta región. En el parque principal Cacique Pirazica, se exhibe una fuente de agua rodeada de senderos y jardines que contrasta con la discreción de su entorno.