Monguí es, sin duda, uno de los pueblos más bellos de Boyacá y Colombia. En sus calles empedradas y construcciones coloniales bellamente conservadas, se reviven momentos de la historia y de la cultura boyacenses que identifican plenamente a esta región. El municipio fue habitado por los indígenas Samues o Sancas, quienes rendían tributo al cacique Sugamuxi. Dicen que el nombre del municipio se deriva de la montaña Montjuic, ubicada en la ciudad española de Barcelona; sin embargo, otros se lo atribuyen a una expresión muisca que significa baño de esposa. El municipio no sólo es reconocido por su invaluable patrimonio arquitectónico, sino que en él sobresalen diversidad de atractivos naturales, ricos en biodiversidad, que contribuyen también a su enorme potencial turístico. No importa el lugar o la ruta que se escoja para recorrer Monguí, siempre habrá un monguiseño (a) saludando con una sonrisa, un pájaro entonando un trino o una orquídea exhibiendo su belleza.
Lugares para visitar: La Basílica y el Convento de Nuestra Señora de Monguí, una obra monumental del siglo XVII, hecha en calicanto y adornada con tallas en piedra y madera, y con más de 130 obras de arte pictórico; el Páramo de Ocetá, un escenario enmarcado por frailejones y senecios, donde también se podrá conocer “la ciudad perdida” o “ciudad de piedra”, un lugar con rocas de más de 15 m de altura; y el Puente de Alicanto (monumento nacional), una obra de ingeniería colonial que sirve para el tránsito sobre el río El Morro.
El desarrollo económico de Monguí se mueve por medio de la explotación agrícola, ganadera y minera, con el comercio del carbón como una de las actividades más fuertes; aunque desde 1930 un centenar de familias fueron abandonando estas actividades económicas y convirtieron en una tradición coser y vulcanizar balones de cuero para fútbol, volviéndose los auténticos dueños de una técnica artesanal que ha llevado estos esféricos a ligas de fútbol dentro y fuera del país. Esto les ha valido también un reconocimiento por parte del gobierno nacional, incluyendo al municipio en la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, como una manera de promover aún más el turismo y seguir fomentando este tipo de actividades generadoras de empleo.