Otanche es otro de los emporios esmeralderos que tiene Boyacá. Su territorio, antes de la llegada de los españoles, alojaba a los muzos, aguerrido grupo indígena caribe, cuya principal actividad económica consistía en la posesión, explotación y comercio de las esmeraldas. El municipio se fundó el 17 de noviembre de 1960, pero antes, su asentamiento hacía parte de Muzo, hasta que el extinto Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (INCORA) inició la demarcación de las áreas consideradas baldíos.
El municipio se halla en las estribaciones de la cordillera Oriental, en dirección del valle del río Magdalena, al occidente de Boyacá. La mayor parte del territorio se encuentra en la zona tropical húmeda; la topografía es irregular, y allí se destacan la serranía de Las Quinchas y el alto del Cuy. Los ríos más importantes de Otanche son el Minero, Chirche, Sacán y Moras, que hacen parte de la cuenca del río Magdalena.
Desde su creación, Otanche se ha caracterizado por acoger a gente llegada de otras latitudes del país, atraídos por el llamado “embrujo verde” que ocasionan las esmeraldas. Sin embargo, hoy en día, además del innegable encanto que producen estas hermosas piedras, son otras las motivaciones que mueven a los turistas, para visitar este tranquilo pueblo; motivos que están relacionados con el enorme potencial ecológico y paisajístico que ostenta la región.
Otros motores del desarrollo de la economía de sus pobladores, son el agrícola y el ganadero. En el área rural hay cultivos de café, caña miel, fríjol, yuca, plátano y maíz; y varios artesanos, entre ellos, algunos guaqueros, han optado por elaborar y comercializar piezas con esmeraldas y/o cuarzos, vendidas en mercados dentro y fuera de Colombia. A propósito de ese otro patrimonio con que cuenta Otanche, el visitante puede conocer lugares como: la cascada El Hilo, ubicada en medio del gran potencial hídrico que tiene el municipio; las cavernas Las Cacas, cuevas de casi 100m de longitud, habitadas por murciélagos y aves llamadas “cacas” (de ahí el nombre); la laguna Leticia y la Reserva Forestal las Quinchas, importante área de conservación natural que ocupa los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y el sur-occidente de Santander.