En el valle de Samacá, mucho antes de que llegaran los primeros europeos, existía un gran lago formado por la sedimentación de antiguos lagos del pleistoceno. En este valle, cuyo nombre en lengua muisca significa mansión del soberano, estaban asentadas tres comunidades indígenas: Samacá, Pataguya y Foacá. Dice la historia que el cacique Samacá fue degollado en la masacre ejecutada por Hernán Pérez de Quesada, durante el matrimonio de Aquiminzaque (sobrino de Quemuenchatocha) con la hija del cacique Gámeza. Quince años después, Fray Tomás de Grijalba fundó el poblado (1556) y adoptó el nombre del cacique asesinado.
A Samacá se le conoce por su antecedente textil. Durante años fue el emporio de los tejidos en lana, distribuidos por casi todo el país con el nombre de “paños de Samacá”. Aquí nació la primera fábrica textil del país, conocida como la Compañía Industrial de Hilados y Tejidos. Actualmente se elaboran hamacas de hilo, telas para colchones y cobijas. A mediados del siglo XIX, Samacá también impulsó su desarrollo económico gracias al descubrimiento de una importante mina de hierro que propulsó la construcción de una de las primeras ferrerías del país, la Ferrería de Samacá. Estas referencias productivas del municipio, sumadas al tesoro biodiverso con que cuenta su entorno, lo han convertido en foco de turismo para los visitantes.
En Samacá convergen lo ancestral, lo colonial y el desarrollo minero industrial que ha tenido su territorio. Por eso sus habitantes, trabajadores y creadores innatos, han logrado sacar el mejor provecho de eso y reciben con agrado a quien llega. Dentro de ese patrimonio que muestran con orgullo están los embalses de Gachaneca I y II, el embalse de Teatinos, la cascada La Chorrera, el páramo El Rabanal, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, el convento de Santo Domingo, la fábrica de textiles y el Valle de Samacá. Año tras año se celebran en Samáca las fiestas del Aguinaldo Samaquense y el ya tradicional Concurso Nacional de Tractomulas, un evento que reúne, en plenas calles del municipio, a conductores y sus poderosas máquinas, quienes realizan sus proezas animados por el público. En los eventos se pueden degustar exquisitos platos de la gastronomía local como la fritanga y la gallina criolla.