MUNICIPIO DE SAN PABLO DE BORBUR
Historia
En comienzo, según narra la historia, los territorios de San Pablo de Borbur fueron ocupados por indígenas muiscas, los cuales fueron desplazados por los muzos antes de la llegada de los españoles. Algunos sugieren que el nombre del municipio alude a Pablo Valette, primer religioso que llegó a la región y bautizó al caserío con el nombre de Borbur, haciéndole honor al territorio francés de donde él provenía. En 1857, San Pablo de Borbur era una zona selvática y baldía. En 1911, Francisco Fernández puso allí una hacienda con cultivos de caña de azúcar, arroz y algodón, explotando la mano de obra de los pocos indígenas que aún quedaban. Un año después, se construyó la primera capilla.
Economía
San Pablo de Borbur posee varios yacimientos de esmeraldas en su jurisdicción; entre ellas, por ejemplo, la mina de Coscuez, una de las más importantes del sector y reconocida a nivel mundial por su alta producción. Otros sectores productivos son la agricultura y la ganadería. Se cultiva café, maíz, plátano, caña de azúcar, fríjol, arroz y cacao; la explotación piscícola, según datos locales, se encuentra en expansión gracias al trabajo de granjas piloto.
Lugares turísticos
San Pablo de Borbur, posee uno de los sitios naturales más distintivos del occidente de Boyacá a su vez, resaltando ese privilegio de la mayoría de las poblaciones que hacen parte de la provincia de Occidente. Aparte del creciente turismo alrededor de la esmeralda, del clima y de la calidad humana de su gente, el municipio ofrece varios lugares que llaman la atención de los visitantes. Están la caverna de Las Cacas, ubicada en la vereda San Miguel; el páramo Lagunas, donde se puede realizar montañismo y senderismo; los cerros de Fura y Tena, Coscuez, Peñas Blancas y San Gil, donde se encuentran cascadas. San Pablo de Borbur también cuenta con extensas zonas selváticas cubiertas de almendros, cedros, caobas y nogales, cuanto lo convierte en un paraíso verde intensificado por el color que ostentan sus esmeraldas.