Hablar de Tunja es hablar de historia, no de la historia reciente, sino de historia milenaria, es hablar de todo lo que ella encierra hoy como vestigio de sus culturas ancestrales y de las más recientes; vestigios algunas veces descubiertos mas no por ello conocidos, y de los no encontrados aún y que esperan a los especialistas que los estudien y pongan al descubierto.
LA CULTURA HERRERA
Existe acuerdo entre los estudiosos acerca de que el territorio que hoy ocupa nuestra ciudad fue habitado por la Cultura Herrera, anterior a la muisca y que se sitúa entre los siglos IV a.c. y IX d.c., período durante el cual se evolucionó a una agricultura de subsistencia en el altiplano cundiboyacense (sub período Herrera Temprano: IV al I a.c.) que ya permite la producción de excedentes y da paso a una sociedad de mayor complejidad en el sub período Herrera Tar dío (siglos V a IX d.c.). Es este período el menos estudiado y el que promete mayores descubrimientos que permitan formar y documentar la prehistoria del solar que hoy ocupamos. ¿Cuándo podremos conocer estos tesoros?.
LA CULTURA MUISCA
Para algunos autores los muiscas ocupan el territorio de Hunza (Tunja) desde el siglo VI a.c. otros ubican su presencia en fechas más tardías, en convivencia siempre con los Herrera. Lo que sí está comprobado es que a la llegada de los españoles en el siglo XVI los muiscas se encontraban asentados en los terrenos que hoy conforman la ciudad de Tunja y sus alrededores, formando una de las grandes naciones del pueblo, el zacazgo de Hunza. Y sus descendientes directos; muchos de ellos en estado de mestizaje, aún forman una parte muy importante de la ciudadanía. La fundación de la ciudad, corresponde a este período. La ciudad, así como los pueblos de la mayor parte del territorio del actual departamento de Boyacá, rivalizaba en importancia con el Zipazgo de Bacatá. De este período existen numerosas crónicas, mitos y leyendas, así como investigaciones académicas elaboradas a través de los tiempos y las cuales habrán de solazar a nuestros visitantes al tiempo que degustan numerosos platos de la comida vernácula, entre los cuales destaca el cocido boyacense. Y todas las delicias derivadas de ese manjar de dioses, el maíz: arepas, envueltos amasijos.
LA FUNDACIÓN HISPÁNICA
Cada 6 de agosto se celebra el aniversario de la fundación hispánica de la ciudad por don Gonzalo Suárez Rendón, solo un año después de la fundación hispánica de Bogotá. Desde el inicio de esta etapa se perfila como importante centro religioso que deja para la posteridad innumerables testimonios: arquitectónicos manifiesto en iglesias, capillas y oratorios, imágenes religiosas, pinturas y conventos; son numerosas igualmente las muestras de arquitectura civil. Por citar solamente un caso, la capilla del Rosario, ubicada en la iglesia de Santo Domingo, muestra la más elaborada expresión en la América Hispánica del Barroco, que ha sido catalogada como la Sixtina de América. Inmensa riqueza en las letras especialmente la contribución de la tunjana Sor Francisca Josefa del Castillo, de Juan de Castellanos, de Hernando Domínguez Camargo, así como la profusión de mitos y leyendas de la época: el judío errante, la emparedada, el monje sin cabeza, que son recreados año a año en el evento Noche de Museos. Tunja es reconocida como un importante centro histórico, literario, cultural y científico.
El centro histórico es un conjunto monumental protegido, declarado Patrimonio de la Nación en 1959.
TUNJA EN LA INDEPENDENCIA
Como preámbulo a lo que algunos años después significó la contribución de Tunja a la campaña libertadora, la ciudad ejerció un papel significativo en la Revolución de los Comuneros en el año de 1781. El 17 de mayo acogió la marcha comunera que venía desde El Socorro a la cual se sumó un contingente de 200 comuneros bajo la conducción de los tunjanos Juan Ignacio Niño, Juan José Saravia, Francisco José de Vargas y Joaquín del Castillo. Activamente la ciudad se sumó al movimiento independentista proclamándose como República de Tunja en 1811 y aprobando su Constitución el 9 de diciembre del mismo año, en donde declaró su independencia absoluta de España. Con la reconquista por parte del ejército español, fueron fusilados los mártires cuyos nombres se encuentran inscritos en el Paredón de Los Mártires. Posteriormente en la etapa definitiva, su valiosa contribución llevó al reconocimiento de Simón Bolívar quien la calificó como “cuna y taller de la libertad”.
TUNJA HOY
Es orgullo para la ciudad el ser considerada la más segura de las ciudades capitales de Colombia, poseer los mayores índices de convivencia ciudadana, ser ciudad estudiantil por excelencia con la presencia de 14 centros universitarios, centro cultural abierto a todas las expresiones artísticas y científicas, gozar de los menores índices de contaminación y ser, en fin, una ciudad amable y solidaria. Se sorprenderán los visitantes al encontrar en las nuevas urbanizaciones una ciudad moderna, dotada de una infraestructura urbana cosmopolita y, especialmente de la creciente infraestructura deportiva orientada a las disciplinas de alto rendimiento. Sin pretender una enumeración completa, usted no debe dejar de conocer en su visita a Tunja: CENTRO HISTÓRICO: La Catedral Basílica Metropolitana, Iglesia y Convento de Santa Clara La Real, Convento e Iglesia de Santo Domingo y Capilla del Rosario, Iglesia de San Francisco y Convento de Santa María Magdalena, Iglesia y Convento de San Agustín, Iglesia de Santa Clara La Menor, Iglesia de Santa Bárbara, Ermita de San Lázaro, Ermita de San Laureano, Santuario de La Virgen del Milagro también llamada Iglesia del Topo; Casa del Escribano Real Don Juan de Vargas, Casa del Fundador Don Gonzalo Suárez Rendón, Casa del Balcón Corrido hoy Palacio de Servicios Culturales. Puente de Boyacá en donde se libró la batalla definitiva del 7 de agosto de 1819. Paredón de Los Mártires, Bosque de la República, Parque Pinzón, Plaza Real. TUNJA PREHISPÁNICA: Pozo de Hunzahúa, Los Cojines del Zaque, Templo de Goranchacha, Lictos, Pictografías y Moyas en el curso del río Farfacá, Reserva Natur al del Malmo. En Tunja se celebran anualmente importantes festividades y conmemoraciones, todas ellas con importantes componentes culturales: Semana Santa, Noche de Museos, Cumpleaños de Tunja, Festival Internacional de la Cultura, Aguinaldo Boyacense. En su visita no deje de probar el cuchuco de trigo con espinazo en Runta.