Dice la historia que el nacimiento de La Uvita -nombre asignado debido a la considerable cantidad de árboles de uva que había en la zona cuando llegaron los españoles-, fue el resultado de los continuos altercados existentes entre los pobladores indígenas y los blancos en Boavita. Dichas disputas llevaron a los españoles a fundar un nuevo poblado en los terrenos donados por la familia Figueroa. Los nuevos vecinos se comprometieron con el presbítero Vicente Ferrer del Río de Loza a cuidar de la Cofradía del Santísimo Sacramento y de la Virgen de Guadalupe; así fue como este fundó en 1758 la nueva parroquia de La Uvita, que en lengua muisca traduce pradera de la fértil labranza. En 1781, durante el movimiento comunero, varios habitantes de la Uvita, encabezados por Lorenzo de Medina, se sumaron a Juan Francisco Berbeo.
La cabecera municipal de La Uvita se extiende sobre una prolongada planicie en lo más agreste la cordillera Oriental. Estas condiciones le permiten gozar de un clima frío, de páramo, hasta uno más cálido cerca de las riberas del río Chicamocha. La economía de los uvitanos se mueve en torno a la agricultura, con cultivos de papa, frijol, maíz, cítricos, frutas y hortalizas, pero también en la industria láctea y la exportación de carne de ganado bovino.
La Uvita es una población rica en manifestaciones culturales y religiosas. Allí, son reconocidas las tradicionales ferias y fiestas agropecuarias; las peregrinaciones al Monte Tabor, lugar donde se le rinde culto a la Virgen de las Mercedes. En el casco urbano aún se conservan algunas casonas de la época de la Colonia, y cerca de ellas hay un hermoso jardín en forma de laberinto, ubicado en pleno parque principal.
Las principales fuentes hídricas son la Laguna Negra, el río de Los Andes, la quebrada Grande, que además son atractivos turísticos naturales junto con los cerros Moserrate, San Jerónimo y El Tabor, el pico Ventanas, el alto Arenal de las Brujas y la loma del Caballo Rucio. Por otra parte, a lo largo de los 250 años de existencia de La Uvita, se ha ido construyendo un patrimonio histórico, arqueológico y cultural, dentro del cual se encuentran las distintas manifestaciones musicales, artísticas y deportivas llevadas a cabo durante todo el año.